viernes, 15 de mayo de 2009

POPULORUM PROGRESSIO

En 1967 se conoció la Carta Encíclica de Paulo VI sobre el “Desarrollo de los Pueblos”. La existencia de un mundo convulsionado y con problemas trágicamente perentorios, conducen a Paulo VI a enfrentar la cuestión fundamental de la propiedad de los bienes naturales.

En ese sentido el lenguaje es realmente inusitado: expresa que si la tierra está hecha para procurar a cada uno los medios de subsistencia y los instrumentos de su progreso, todo hombre tiene derecho de encontrar en ella lo que necesita. Sentado este principio Paulo VI avanza diciendo: Todos los demás derechos, sean los que sean, comprendidos en ellos, los de propiedad y los de comercio libre, a ello están subordinados.

No puede pedirse una condenación más categórica del concepto romano del dominio, propio de una civilización dividida en una minoría de amos y una multitud de esclavos. El derecho esclavizador de Roma aún perdura a través de todos los códigos civiles. Correspondería, en consecuencia, que todos los gobiernos se pusieran a revisar fundamentalmente sus códigos para adaptarlos a esta concepción.

Y por si esto fuera poco, Paulo VI subraya: La propiedad privada no constituye para nadie un derecho incondicional y absoluto. No hay ninguna razón para reservarse el uso exclusivo lo que supera la propia necesidad, cuando a los demás le falta lo necesario. El derecho de propiedad no debe jamás ejercitarse con detrimento de la utilidad común.

Paulo VI admite que: La renta disponible no es cosa que queda librada al capricho de los hombres y que las especulaciones egoístas deben ser eliminadas. No podría admitirse que ciudadanos, provistos de rentas abundantes, provenientes de los recursos y de la actividad nacional, los transfieran en parte considerable al extranjero, por puro provecho personal sin preocuparse del daño evidente que con ello infligen a la propia patria.

La condena al derecho absoluto sobre la propiedad privada es cristalina. Por desgracia, expresa Paulo VI, se ha construido un sistema en nuestra sociedad, que considera el provecho como motor esencial del progreso económico, la concurrencia como ley suprema de la economía, la propiedad privada de los medios de producción como un derecho absoluto, sin límite ni obligaciones sociales correspondientes. Este liberalismo sin freno que conduce a la dictadura, ya fue denunciado por Pío XI como generador del Imperialismo Internacional del Dinero, recordando una vez más la norma moral de la economía al servicio del hombre y no viceversa.

 

miércoles, 8 de abril de 2009

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. I





CAPITULO I: Estrategias de la Dependencia


Toda estrategia de liberación e dependencia contempla definiciones básicas en los aspectos económico; social y cultural. Dentro de estas áreas hay un elemento básico que contribuye a darles forma y caracterizarlas como dependientes ó liberadas: es la tecnología aplicada a las técnicas productivas, su generación, compra, uso y disponibilidad.
En los países subordinados a la adquisición de tecnología, a través del mecanismo de compra se ejerce una acción de sometimiento, dependencia y deformación sobre la estructura económica productiva, social y cultural.
Si bien de todos los conocimientos técnicos hay algunos de libre disponibilidad, que no son propiedad de nadie en particular, sino que son de dominio público y que se transmiten a través de material impreso, cibernético ó por transmisión personal, como ocurre con el intercambio de información entre técnicos y científicos, reuniones, congresos, seminarios, etc. Otros conocimientos útiles é imprescindibles a la estructura productiva están apropiados por las empresas multinacionales, en base a alguna de las siguientes características:
a): la existencia de una protección legal de la propiedad de tales conocimientos técnicos, bajo la forma de patente, marca ó modelo y diseño industrial.
b): la posesión de conocimientos técnicos protegidos por secreto de confidencialidad, que se conocen con el nombre de “know how” y que incluyen toda capacidad técnica en manos de las trasnacionales.
Así, se realiza la comercialización internacional de tecnología, en lugar de la transferencia, intentando presentarlo como una voluntaria y generosa “contribución”, que en realidad es inexistente.
Otra figura en la dependencia tecnológica lo constituye el uso de “ licencia”, que no es más que un alquiler de conocimiento tecnológico, con secreto industrial, no existiendo una transmisión de la propiedad de tales conocimientos.
El licenciamiento ó transferencia de tecnología se perfecciona mediante acuerdos ó contratos. A cambio del supuesto conocimiento recibido el licenciatario ó receptor se obliga a pagos, mediante:
1- montos globales.
2- Cantidades pagadas periódicamente, calculadas porcentualmente en base a producción, ventas, utilidades, etc., llamadas “regalías”.
Los países subordinados, en su afán por lograr un presunto desarrollo industrial, que suponen superación del estancamiento y acortamiento de distancia con los países “desarrollados”, aplican barreras aduaneras proteccionistas de la producción industrial.
Ante ello, las corporaciones multinacionales adecuan su política, capturando el mercado de exportación, único medio que se cree idóneo, dentro del sistema capitalista.
Así, las políticas implementadas por las corporaciones multinacionales se refieren a:
1- La instalación de subsidiarias en los países con protección arancelaria, operando
bajo licencia de la matriz. La sucursal de la casa matriz procede a la remesa de
divisas ( regalías).
2- El licenciamiento a empresarios locales, introduciendo de esta forma el producto
haciendo suyo el mercado.
Es un hecho que las grandes corporaciones multinacionales son las principales generadoras y a la vez licenciadoras de tecnología. Esa actividad de creación es una de sus funciones imprescindibles y sobre las que vuelcan sus mayores esfuerzos. La necesidad es obvia: por un lado los mercados para los cuales producen exigen para su mantención cada día nuevos productos, y por otro lado la venta de los conocimientos a países receptores es tan redituable como la venta de los productos a fabricar por ellos.
Estos son, en parte, los mecanismos de exacción de riquezas del comercio de tecnología y la forma en que los países generadores de la misma, a través de sus empresas, determinan y conforman la estructura industrial é influyen en la conformación social de los países subordinados.
Además, el financiamiento de las actividades de investigación científico-técnicas lo logran a través de los ingresos por licencias y por el precio de los productos que venden con sus tecnologías incorporadas a ellos.



Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
rjenriquez1@yahoo.com.ar
Eltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. II


CAPITULO II: Transferencia de Tecnología, arma del Imperialismo




Mediante la transferencia de tecnología a los países subordinados y las supuestas inversiones en los sectores de mayor conveniencia para el país exportador de las técnicas, las corporaciones multinacionales transfieren y desarrollan en la periferia los procesos industriales asociados a la transformación de los recursos naturales necesarios al país central, sobre todo aquellos que requieren mucha mano de obra no calificada y relativamente poco capital, invirtiendo, además, en sectores claves y de alta rentabilidad (energía eléctrica, transportes, comunicaciones). Desarrollan así solo muy pocos sectores, en lo posible uno solo en cada país, provocando así una atrofia en el resto del sistema productivo y una dependencia total respecto del país central, consumidor de ese producto.
El avance científico y tecnológico tiene sentido en la medida que sea instrumento de transformación social y de liberación nacional.
Toda política científica y tecnológica es primero política, es decir instrumentación en vista a los objetivos fijados por un proyecto nacional.
Lo que todo país necesita es una revolución social que modifique profundamente la estructura productiva y la distribución de los bienes. Y es sólo a partir de esta perspectiva que es lícito plantearse el problema de la tecnificación, de la incorporación de nuevos métodos de producción y de gestión.
Todo proyecto de desarrollo que pretenda tener su justificación en sí mismo y no en una perspectiva política clara que lo trascienda lleva implícita la opción por la dependencia. De allí que sea fundamental la claridad en los objetivos políticos.
La estrategia seguida por los países centrales consiste básicamente en:
- La explotación intensiva de los recursos naturales, empobreciendo al país subordinado de modo irreversible. Plantear que éste es un modo de financiar el desarrollo económico es como tratar de comerse las manos para que crezcan los pies.
- Por más actual que sea la tecnología empleada, esta no repercute sobre el resto de la estructura industrial, pues normalmente estos sectores trabajan en circuito cerrado sin requerir una actividad subsidiaria que los complemente.
Este proyecto de colonización integral aparece como una marcha continua cuyo último objetivo es la construcción de una periferia subsidiaria del centro, que vive la ilusión de una identificación.
La etapa actual exige algo más: incorporar todo el “tercer mundo” al mercado consumidor para lo cual se hace necesario promover un desarrollo industrial selectivo y dependiente, capaz de crear suficiente capacidad adquisitiva como para absorber los frutos de la tecnología y provocar la incorporación de los hábitos y gustos de los “países de avanzada”. Para ello es necesario prolongar la sumisión.
Así, el llamado “tercer mundo” sufre un proceso de etnocidio cultural donde nuestra cultura, historia y costumbres solo tienen valor como folklore, y es necesario abandonarlas para acceder a la “edad de la razón”.
La transferencia de tecnología a presión se traduce en cambios en las vestimentas, hábitos de consumo, modalidades de trabajo, no en un sentido propio sino con criterio imitativo del modelo de validez universal. Es decir, se traduce en transferencia cultural..
Una política de desarrollo industrial tecnológico y científico, sólo tendrá un contenido liberador si se plantea dentro de un movimiento nacional, como instrumento al servicio del pueblo, en un proyecto político, social y económico que tenga como objetivo final la liberación nacional con el pueblo en el poder, decidiendo su destino.
En los últimos años preocupa al mundo de los economistas y de los estudiosos el enorme desarrollo alcanzado por las empresas llamadas multinacionales.
Si bien los cooperativistas estamos empeñados en la organización y desarrollo de una economía basada en la justicia social, tenemos también la obligación de seguir, pasa a paso, la marcha propia del capitalismo.
El capitalismo, basado en la ganancia, se ha visto obligado a usar de los medios que imponían las circunstancias para llevar adelante sus intereses, aplicando tanto el uso de la fuerza como el sistema de la penetración más sutil y ventajosa.
A este sistema despiadado del lucro los pueblos han tomado la conciencia histórica, estableciendo entre ellos nuevos lazos solidarios. Si algún sentido tiene la Historia y la Civilización es que se eleven las condiciones de los trabajadores, que constituyen el más elevado porcentaje en todos los países y a quienes se les debe la creación de la verdadera riqueza.
Así como la técnica lleva al monopolio la economía impone una concentración de las administraciones en las grandes empresas, en consorcios cada vez de mayor volumen.
Son muchos los factores que imponen lograr una evolución de las empresas multinacionales. Si la producción y el progreso técnico han de continuar, en el sistema capitalista será sobre la base de buscar y encontrar nuevos mercados para la colocación de la producción excedente que no puede ser absorbida por el mercado interno.
Entonces las empresas multinacionales saltaron por encima de las barreras que impedían la colocación de sus productos en los nuevos mercados radicando sus capitales en los países que aplican barreras arancelarias, eludiendo además las cargas fiscales que son cada vez más altas a medida que aumentan sus beneficios en la Casa Matriz.
Tampoco debe olvidarse que las empresas multinacionales tienden a establecerse en los países donde cuentan con la materia prima necesaria, colocando buena parte de la producción entre los consumidores del propio país. De esta manera obtienen la doble ventaja de ahorrarse los fletes de la materia prima y el de los productos elaborados de ida y vuelta, si continuaran produciendo en el país de origen.
Frente al enorme desarrollo y gran poderío de las empresas multinacionales algunos países se han planteado la necesidad de instrumentar una política frente a las mismas, dado el carácter demasiado complejo de sus actividades y su influencia sobre las finanzas propias de los países involucrados, si se tiene en cuenta que en algunos casos sus capitales exceden en mucho a los recursos financieros de los países que las han adoptado.


Frente a esta nueva manifestación del capitalismo moderno, los sindicatos obreros se pronuncian acerca de la necesidad de controlar los movimientos de capitales a corto plazo, generalmente creando un grupo de estudio “que adopte las medidas necesarias”.
Con error manifiesto o inducido las organizaciones sindicales “expresan su agrado por el supuesto beneficio que se desprende de la aplicación de nuevas tecnologías, la introducción de nuevos factores de expansión industrial y comercial y la contribución de dichas sociedades a la expansión de los mercados y la aceleración del proceso de industrialización en los países en desarrollo”.
Nótese que en el 25º Congreso de la Alianza Cooperativa Internacional se realizó un pronunciamiento sobre el mismo problema diciendo que: “la aparición y desarrollo de las empresas multinacionales amenazan los intereses del público y, en particular, los intereses de los consumidores, así como también a los obreros, agricultores, empleados y propietarios de pequeñas empresas y a las soberanías de las naciones”.
Con estos fundamentos pide a la Alianza Cooperativa Internacional que “examine a fondo la idea de expansión de las Cooperativas Multinacionales que toman parte del comercio internacional de los productos, de manera de establecer un lazo de unión más estrecho entre las cooperativas de producción y de consumo”. Para lograr esta finalidad solicita que las Naciones Unidas convoque una Conferencia para estudiar las repercusiones de las actividades de tales empresas y que a la vez apoye a la convocatoria a una Conferencia que reúna a los especialistas cooperativos en la investigación y la enseñanza bajo su auspicio para formular las recomendaciones que estimen más urgentes y necesarias frente al poderío de dichas empresas.
El enorme poderío financiero de las empresas multinacionales hace que muchos países se preocupen por adoptar medidas que eviten las posibles fluctuaciones monetarias. Otros ven la necesidad de defender el interés fiscal, evitando la evasión tratando de mantener la estabilidad monetaria en momento de colapso del sistema monetario.
Por otra parte muchos comprenden la necesidad de una legislación internacional del trabajo para defender a las poblaciones contra la explotación de dichas empresas y otros señalan la necesidad de evitar que los monopolios supriman la necesaria competencia.
En otros comentarios se destaca la necesidad de proteger a los países subdesarrollados frente al poderío de las empresas cuyos capitales, en algunos casos, son superiores al de los propios países donde operan.
Se podrían agregar muchas opiniones para enfrentar a estas nuevas avanzadas del Sistema Capitalista, pero lo cierto es que las mismas ya están instaladas en numerosos países, ingresando sus capitales bajo ciertas condiciones impuestas o aceptadas por los gobiernos para su radicación.
Ya en la década del setenta el secretario de las Naciones Unidas encomendó a eminentes personalidades la tarea de formular ideas sobre una legislación para encauzar el vasto y complejo fenómeno de las empresas multinacionales. Según esta Comisión existen tres tipos de empresas multinacionales:
Las que operan en países altamente industrializados
Las que son originarias de países altamente industrializados y que operan en países en vías de desarrollo, tanto ricos como pobres.
Las creadas en cooperación entre países socialistas y países capitalistas.

Ante la diversidad y complejidad de los intereses en juego, dicha Comisión llega a la conclusión de que toda acción constructiva debe basarse en pocos principios generales, mientras que las normas finales deben ser diferenciadas flexiblemente para adaptarse a situaciones diversas en rápido cambio.
Estas conclusiones no arrojan luz ni aportan solución específica al problema, mientras que las empresas multinacionales, en uso y facultad de su enorme poderío prosiguen

con su tenaz embate contra los intereses generales de la sociedad, ya que resulta muy difícil conocer las condiciones pactadas con los gobiernos donde se han establecido.




Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
rjenriquez1@yahoo.com.ar
Eltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. III





CAPITULO III: Estructura de la dependencia

Cuando se analiza el proceso de constitución de la economía mundial, que integra las economías nacionales en un mercado mundial de mercancías, capitales y fuerzas de trabajo se observa que las relaciones producidas por ese mercado son desiguales y combinadas. Desiguales porque el desarrollo de alguna parte del sistema se produce a expensas de otras partes.
Las relaciones comerciales se basan sobre el control monopólico del mercado, que lleva a la transferencia de los excedentes de los países dependientes hacia los países dominantes.
Las relaciones financieras se basan sobre empréstitos y exportaciones de capital realizados por los poderes dominantes, lo cual les permite recibir intereses por el préstamo y beneficios, ya que, generalmente, los empréstitos tienen un fin determinado .Si lo es para obras públicas, se exige que sea una empresa del país “prestador” quien realice la obra. De esta manera se incrementa el excedente nacional del país dominante y se refuerza su control sobre las economías de los otros países. Para los países dependientes estas “relaciones carnales” significan una exportación de beneficios é intereses que llevan consigo parte del excedente generado dentro del ámbito de sus fronteras y les hace perder el control de sus recursos productivos.
Actualmente la dependencia se encuentra condicionada por las exigencias de los mercados internacionales de bienes y capitales. La posibilidad de generar nuevas “inversiones” depende de la existencia de recursos financieros que permita la compra de maquinarias y materias primas elaboradas, no producidas en el mercado local. Esas compras se encuentran limitadas por:
- El límite de recursos generados por el sector de exportación, ya que los países dependientes comercian productos tradicionales, lo cual lo acota economicamente
- Las limitaciones impuestas por el monopolio de las patentes que hace que las firmas monopólicas prefieran transportar sus maquinarias en forma de capital en lugar de transportarlas como bienes de venta, para no dar lugar a un desarrollo industrial local independiente. Así, la “radicación” de las corporaciones multinacionales se realiza con la financiación de su emplazamiento en el país dependiente, poniendo a su disposición créditos de bancos extranjeros y nacionales.
Por otra parte, la “radicación” de empresa multinacional, invariablemente, suscita una exacción de capital, para lo cual se recurre al ardid de solictar, con “auxilio” de la casa matriz, un crédito que, generalmente se gira al exterior, además de las regalías por el uso de la tecnología de la casa matriz.
La “importación” de esa tecnología, que abarca maquinarias, equipos y conocimientos que fueron elaborados para servir a una realidad geopolítica distinta dista de ser “de punta”, pues las tecnologías que importan los países dependientes ya son obsoletas en las metrópolis.
El resultado inmediato es que este tipo de industrialización agrava los problemas de balanza de pagos y de ocupación de los países dependientes, en vez de solucionarlos. A largo plazo, la dependencia tecnológica es uno de los mecanismos por los cuales el imperialismo se asegura de crear dificultades a los países que desea librarse de su dominio.
Esta enajenación se realiza con un elemento fundamental: con el consenso y complicidad de sus clases dominantes, quienes convencen a los pueblos que el resultado global buscado es sacar a los países menos desarrollados de “ su noche”.

La estructura de dependencia precisa, además de otro factor determinante: la dependencia política.
Dejando de lado en este momento los actuales acontecimientos de invasión a países, en América, USA argumentó la doctrina Monroe :” América para los americanos”, en razón de su disputa, desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX con su pariente, Gran Bretaña.
Su aplicación práctica la encontramos en las manifestaciones vertidas por el Mayor Butler, militar norteamericano, quien expresó:” he servido durante 30 años y 4 meses a la marina de USA. Y durante este tiempo he actuado como el hombre fuerte al servicio de los grandes negociantes de Wall Street y de los bancos.De tal modo que he ayudado a hacer de Méjico y en especial de Tampico sitios seguros para los intereses petroleros en 1914. He ayudado a transformar a Haití y Cuba de lugares decentes para el Nacional City Bank, a fin de que pueda recolectar su renta. He ayudado a purificar Nicaragua a favor de la banca internacional Brown Brothers en el período 1902/12. Clarifiqué el ambiente en República Dominicana en 1916 para los intereses azucareros. En 1903 he colaborado para hacer de Honduras un lugar conveniente para las compañias norteamericanas.
( se debe citar la cronología de las intervenciones norteamericanas en América Latina 1898/1919).


Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
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Eltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. IV



CAPÍTULO IV:
SINDICALISMO Y COOPERACION


Con frecuencia el Sindicalismo abre camino a la cooperación y la cooperación sostiene al sindicalismo.
¿Qué quiere la Cooperación? Suprimir la potencia del capital, eliminar el lucro, desarrollar la democracia económica y elevar la dignidad, la responsabilidad y la conciencia de todos los hombres.
Los mismos objetivos tiene el sindicalismo.
En el plano de la acción la cooperación ha desarrollado sus propias empresas sobre principios conforme a sus ideas. El Sindicalismo ha usado otros métodos, pero también se ha acercado a él, sólo que desde el terreno del Capitalismo: ha transformado la vida de los hombres en el trabajo y ha humanizado la economía.
Para conseguir cada uno de estos objetivos, la ayuda del movimiento cooperativo es más que necesaria.
Para mantener el empleo de un país, la importancia de los gastos de consumo es esencial. La cooperación permite aumentarlos al retornar el beneficio cooperativo a una masa de rentas modestas. Cuando forma reservas lo hace para una inmediata inversión. Por el contrario, allí donde hay un lucro individual existe el riesgo del atesoramiento, es decir el riesgo de una detención de la demanda, de la producción y del empleo. El hombre que dispone de una renta que sobrepasa su consumo no siempre tiene interés en invertir el exceso. Con ello se producen las inestabilidades de la inversión y esas series de avances y retrocesos bruscos son los que caracterizan al capitalismo. Por el contrario las cooperativas, no sólo ayudan a los asalariados a mantener una demanda estable y lo que se atesora se adapta inmediatamente a brindar más servicios a los consumidores. Así los progresos de la cooperación estabilizan el nivel de empleo.
Las cooperativas con la práctica de los precios bajos, el retorno y la información al consumidor permite a sus miembros usar al máximo el salario que han recibido.
En suma, la elevación del nivel de vida está en función del desarrollo de la cooperación.
Para tal fin es necesario que el cooperativismo esté dispuesto ha responder plenamente a las aspiraciones del pueblo, con el ideal de la democracia económica. Así, cada hombre, en la ejecución de su trabajo, actuará lo mejor posible, no porque haya recibido órdenes para hacerlo así, sino porque comprende la utilidad de su acción, actuando lo mejor posible porque así lo quiere.

Reinaldo José Enríquez Bavio
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Eltabanoguarimbero

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. V



CAPÍTULO V:

Cooperativas: Fundamentación de su gestión económica


La comprensión de la necesidad de una dirección científica de la economía y de un criterio científico para la adopción de medidas prácticas, ha hecho cambiar la actitud de los dirigentes de la economía ante la teoría económica. Entre ellos había quienes se desentendían de los planteamientos teóricos, cediendo el estudio de las ciencias económicas a los “sabios de gabinete”. Ahora, en cambio, los que tienen en sus manos la dirección práctica de la economía se han convencidos cada vez más de la necesidad de que la producción y las ciencias económicas se desarrollen paralelamente y en estrecha vinculación.
Los defectos en la gestión económica cooperativa se deben en gran medida a que el divorcio entre la teoría y la práctica no han sido aún totalmente superados.
La elaboración de las bases de la política económica y la dirección de la economía exige el análisis de los fenómenos concretos y se determinen las vías de utilización de las leyes económicas en cada rama de la actividad. Vemos entonces que es insuficiente la aplicación de determinados métodos para entender los procesos económicos en desarrollo y controlar el mecanismo de la evolución de la economía.
A la vez que se amplían los servicios técnicos en las empresas, será necesario crear la base organizativa de las investigaciones referidas a la economía y a la organización de la producción y del trabajo, aplicando a la producción los resultados de tales investigaciones.
La ciencia económica sólo podrá desempeñar su papel en el desarrollo de la producción siempre y cuando esté relacionada con la práctica.
La dirección de la economía contemporánea exige que se estudien no sólo las bases fundamentales del desarrollo de las fuerzas productivas, de producción y de distribución, sino también las formas, los métodos y recursos que han de asegurar en cada esfera de la actividad práctica y en cada sector los resultados óptimos para las condiciones dadas.
Los principales esfuerzos en materia de planificación deben tener una correspondencia con las necesidades sociales, elaborando un número de variantes de cada plan, para elegir la mejor de ellas, que se apoye en los métodos modernos de centralización y estudio de la información, en los métodos matemáticos de la confección de balances y en el empleo de la electrónica. Aquí es donde se impone la necesidad de criterios comunes, evitando la lentitud con que se ponen en práctica los resultados de las investigaciones económicas.
El factor decisivo para el buen desarrollo de la economía bajo el sistema de cooperación es el crecimiento de la productividad del trabajo social, la elevación de la eficacia de los gastos de trabajo y el objetivo común de satisfacción de la demanda. Si no se conoce la estructura de la demanda de consumo y las tendencias de su variabilidad no se pueden determinar con acierto las tareas de las ramas de la industria que suministran artículos de consumo y productos alimenticios. Sabido es que el principal obstáculo en la estructura de la demanda lo constituye la desproporción entre la producción y la demanda de consumo.
El establecimiento de un sistema de precios exige que se elaboren adecuados únicos de cálculo de los gastos y que se determine el nivel de las acumulaciones y de las ganancias. Es preciso destacar de un modo particular la importancia de estos problemas. Sin llegar a examinar en detalle el complejo mecanismo de los factores que en estrecha dependencia influyen en la política de precios, las finanzas de las empresas cooperativas y el interés material por la elevación de la rentabilidad y la reducción de costos, debe ser motivo de continuo análisis.


Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
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Eltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. VI


CAPÍTULO VI:

LA SOCIALIZACION COOPERATIVISTA



La renovación científica y técnica impone cambios súbitos en la tecnología que mejora la calidad, disminuye los costos y provocan la aparición de innovaciones lucrativas. Para ello es preciso tener laboratorios, oficinas de diseño, centros para el estudio de publicaciones científicas y técnicas y de patentes.
Estos servicios requieren grandes gastos, pero sólo proporcionan el efecto deseado cuando se tiene un alto nivel de concentración de los estudios científicos, lo que no se puede conseguir, en el capitalismo, sino mediante una más amplia concentración del capital y la producción.
La producción dentro del sistema capitalista proporcionará buenos beneficios sólo si dispone de un mercado amplio y estable, con una competencia moderada.
A una mayor especialización en la producción de determinado producto, le corresponde una cooperación más amplia con otras producciones conexas tecnológicamente.Cuando más se profundiza la división social del trabajo y más se amplia la cooperación, tanto más fuerte es la tendencia a las absorciones y fusiones, en función de las relaciones tecnológicas.
El próximo paso que realizan las grandes empresas multinacionales es la adquisición, mediante fusión, compra del paquete accionario, de las empresas proveedoras de insumos, cuando interpretan que su producción es estratégica para su consolidación monopólica en el mercado.
La centralización del capital no podría ser tan amplia y rápida si no lo estimularan los gobiernos de los países subordinados.
Conforme aumenta la concentración, el Estado burgués incide más y más en ese proceso.
La concentración del capital, lleva a un inmenso despilfarro de las riquezas nacionales, entorpeciendo el empleo de ellas en bien de toda la sociedad. La gran masa de valores creados por los trabajadores no eleva el nivel de vida de éstos, pues de una parte cada vez mayor se apoderan quienes detentan el poder de las empresas multinacionales. Asi, para conformar a los accionistas , los dirigentes de las empresas expolian a los trabajadores para obtener mayor productividad, con ahorro de costos, asegurándose de esta forma su puesto de mando. En este accionar queda reflejada la explotación del hombre por el hombre.
Ante nosotros tenemos, entonces, una realidad compuesta de elementos complejos y de circunstancias cambiantes. Todo ello requiere estudio y análisis para llegar a sus raíces y poder asumir actitudes y proponer soluciones valederas. Resulta entonces hasta negativo estancarse en una verdad definitiva ó rendir culto a una única fórmula de acción, sin buscar nuevos derroteros.



La actitud de mero espectador ó de crítico que reclama respuestas acabadas a todo lo que pregunta para no hacer nada reconoce una complicidad de quienes, mientras no “sientan en carne propia alguna mordedura”, dejan para otros “ arreglar el mundo”.
Si bien todos tenemos, en algún grado, responsabilidad en los procesos sociales, nadie deja de recibir en alguna medida el impacto de la situación circundante. Lo que no se debe aceptar es la acción de quienes, siendo conscientes del peligro, siguen obcecados en un doctrinarismo estéril, discutiendo sobre todos los problemas pero sin buscar como atacarlos allí donde se generan, plantean y deben resolverse.
Se debe tratar, en definitiva, de “no filosofar en torno al mundo y sus desgracias, sino de transformarlo”.
Y es aquí donde adquiere su real dimensión la filosofía práctica, popular y experimental del cooperativismo, ofreciendo uno de los aportes concretos más importantes del siglo XX y el actual..
El movimiento, el método y la finalidad perseguida por el cooperativismo, introduce con fuerza un nuevo concepto de la noción de autoridad de Estado y una nueva forma de definir el gobierno. Allí reside, indudablemente, el carácter revolucionario del cooperativismo.
En ningún estatuto, reglamente, contrato ó convención del movimiento cooperativo se acepta ni se menciona el uso ó el principio de coacción ó empleo de la fuerza.No por eso deja de existir orden en su Movimiento, pues nunca hay orden social verdadero si éste existe apoyado en la violencia. Las luchas por el poder y el hambre voraz de lucro arrojan más combustible al incendio del capitalismo.
En la medida en que el inquieto ingenio del hombre avanza, se divide el trabajo y se multiplican los factores de la organización técnica é industrial, la red de ayuda mutua y de la cooperación es cada vez más importante, hasta que llega el momento en que, sobreponiendose a las divergencias, se comprende la condición soberana del contrato cooperativo regido por sus famosos siete principios.
El tema central del ideal cooperativista es que la única ayuda eficaz que pueden esperar los trabajadores, y el pueblo en general, ha de ser resultado de sus propios esfuerzos.
La revolución que postula el cooperativismo es la opción más generosa y racional.Solo el poder con privilegios apela a la fuerza y a la violencia.
El capitalismo, en su actual crisis, demuestra que es un sistema originado en y por la lucha de grupos opuestos. La capacidad popular del cooperativismo, una racional organización del trabajo y una distribución cooperativa de todos los beneficios de la industria urbana y rural que retornan al consumidor, dan justicia plena al productor, siendo esta la primera etapa superadora.
El siguiente paso es establecer una tendencia organizativa, orientando el movimiento cooperativista hacia la formación de grandes uniones orgánicas cooperativas, afianzando el comunitarismo indefinido.
La economía y el esquema cultural y ético nacido bajo el signo del voluntariado y la cooperación, fueron siempre una creación a medida del hombre y para prestar servicios, no para lucrar ú oprimir.
El mecanismo social y económico cooperativo es en beneficio del trabajo, que vuelve a la totalidad de la población en forma de excedentes ahorrados en función del mismo sistema cooperativista.
La bomba aspirante de la economía capitalista debe ser paralizada para ser reemplazada por un sistema de vasos comunicantes, a través del cooperativismo, más apto para distribuir con equidad las riquezas, en este tiempo de transformación, propia de toda civilización en camino de desarrollarse revolucionariamente. Es aquí donde la acción social del movimiento cooperativista surge en momentos en que la tecnología científica se adelanta aceleradamente con hallazgos revolucionarios capaces de reconstruir el medio social y la conducta colectiva, con medios y recursos de comunicación nunca soñados.

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Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
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Eltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. VII


CAPÍTULO VII: Participación democrática y cooperativismo


Por muchas razones, el movimiento cooperativo es un fenómeno social revolucionario. Plantea principios inéditos para las actividades económicas: la pretensión del lucro es reemplazado por el de satisfacer la necesidad de la mayoría desestimando poder en el seno de la sociedad a través del aumento del capital.
Estos principios cooperativos expresan conceptos parecidos a los del movimiento obrero con la diferencia que los principios cooperativos pueden ser aplicados rápidamente.
Muchos sostienen que la democracia representa sólo una forma de tomar decisiones. También afirman que la democracia es un concepto aplicable sólo a la política y que no tiene vinculación alguna con los procedimientos de la producción o de las actividades económicas.
Pero existe otra forma de considerar la democracia: si el principio democrático fundamental es la igualdad de todos los hombres es necesario que esa igualdad se encuentre en todos los aspectos de la vida social.
Este enfoque considera entonces que el desarrollo de una sociedad es inseparable al desarrollo de cada uno de sus miembros. En ese sentido el sistema cooperativo es el principal motor para hacer desaparecer las desigualdades económicas, sociales y culturales.
La descentralización del poder económico puede llevarse a cabo si se da la posibilidad a las empresas de propiedad de los movimientos populares de acrecentar su participación en el producto nacional. Y aquí es donde el movimiento cooperativo tiene un papel importante en la implementación de una política económica destinada a aumentar la productividad e impedir la concentración del poder económico.
El papel de las cooperativas es importante no sólo en la protección del consumidor. Además puede ser un factor decisivo hacia un porvenir caracterizado por la participación democrática. Será necesario hallar nuevos modos de estimular la toma de conciencia de sus miembros y de revitalizar sus actividades.
Desde el punto de vista económico, el sistema cooperativo se propone obtener la mayor cantad de bienes al menor costo social posible. Desde el punto de vista educativo, su finalidad es formar hombres capaces de actuar solidariamente en beneficio de todos dentro de un marco de libertad individual.
Los resultados obtenidos por las asociaciones cooperativas se identifican con el progreso social verdadero, que sólo es posible cuando el desarrollo económico va unido con el avance de la libertad y con el ennoblecimiento de la condición humana.
Lo que en el Socialismo se concibe como sociedad libre es la asociación voluntaria de los hombres sobre la base de la posesión común o colectiva de la riqueza. Así la igualdad queda establecida por la abolición de la propiedad individual. Ello implica posesión de todos los medios de producir, organizados para la producción, el cambio y el consumo por medio de asociaciones federadas. Pero esas asociaciones de voluntades deben ser guiadas por técnicos en la materia o aquéllos que demuestren mayor contracción y posean espíritu de entrega hacia el bien común.
Los caminos a tomar deben ser conocidos por la población con la anticipación necesaria, discutidas, debatidas, y aprobadas en asamblea con la intervención de los hombres que tienen la dirección y el trabajo inmediato y, desde luego, a la luz de un programa que sea el vínculo de unión para una esfuerzo para el momento dado, que permita afrontarlo en común, levantando una sola bandera.
Las Instituciones Cooperativas de cualquier tipo son la demostración de la tarea que son capaces de realizar sus socios, a favor de todos. Es evidente entonces que el hombre puede realizar acciones que demuestran su capacidad para la cooperación, que es la forma precisa de trabajar a favor de sí mismo.
Será necesario, entonces, romper con todas las normas que han viciado el razonamiento, dejando de lado la consigna de luchar por la vida, propia de animales inferiores como si al venir al mundo no tuviéramos ya el supremo derecho de vivir sin tener que luchar contra nadie.
Aquí se debe hacer la salvedad de que no venimos a luchar, pero sí a trabajar, porque el trabajo es el esfuerzo útil que engendra solidaridad mientras la lucha es acción que presupone hostilidad, división, pelea.
La cooperación es, por la tanto, la unión para hacer. Los hombres aptos para la cooperación no piden privilegios ni se imponen por la fuerza numérica. Se unen porque tienen la firma convicción de que la capacidad de acción que posee cada individuo con espíritu de cooperación, se multiplica al unirse con otro individuo capaz de sumar su esfuerzo en un propósito común. La unión en la acción, base del cooperativismo, es la única que no anula al individuo, porque lo deja en libertad de sus posibilidades creadoras.
No puede haber mayor aberración, con respecto a lo humanamente justo, que la situación del trabajador en la sociedad capitalista, en la que un solo individuo obtiene para sí tanta utilidad como la que pueden percibir varias personas en igual tiempo, dedicadas a producir lo que él negocia. Este aspecto inmoral de la economía capitalista es corregido por la forma en que actúan los individuos y el uso estrictamente lógico que se le ha dado al capital en el régimen cooperativo.
No obstante, todavía el movimiento cooperativo no ha alcanzado su plenitud, porque esta práctica justa de la distribución está circunscripta a reducidos núcleos. Los resultados del trabajo cooperativo son repartidos en forma equitativa entre los que producen, pero ese núcleo permanece aislado del consumidor y debe vender su producción a sociedades o personas no organizadas cooperativamente.
El sentido moral de la cooperación radica en la educación que el cooperativista va alcanzando, educación que le permite saber que, por mucho que posea el individuo no podrá ser feliz mientras haya otros individuos que padezcan miserias o sufrimientos provenientes de la injusticia social.
“Donde hay una necesidad, existe un derecho”. (Eva Perón).
No hay moral de cooperación sino se sigue la trayectoria y el destino de los bienes producidos o reunidos cooperativamente hasta sus últimas instancias. Un producto realizado especulativamente, imponiéndolo al consumidor sin una necesidad cierta no puede ser reivindicado como de cooperación, aunque en posteriores etapas sea distribuido corporativamente.
Cumplida, en cambio, la elaboración con responsabilidad cooperativa se deben programar las etapas de distribución en un proceso integral.
Este proceso integral consiste en:
Elección del artículo o del servicio que se necesita de acuerdo a la urgencia, comparándolo con otras necesidades y la posibilidad de fabricación del artículo o prestación del servicio. Esta elección debe partir de los propios consumidores o usuarios.
Realización con obreros organizados cooperativamente y con clara conciencia de que el producto o servicio que se ofrece debe ser realizado con honradez y lealtad, pues los realizadores serán a su vez consumidores o usuarios.
Distribución cooperativa, de acuerdo con las reales necesidades del consumidor.
Al determinar los consumidores la conveniencia y oportunidad de fabricar los productos que ellos mismos habrán de consumir, se va regulando la producción sobre bases sociales que destierran la especulación.
No desdeñemos por pequeña que sea, ninguna de nuestras posibles actitudes constructivas. Si realmente queremos un mundo mejor, debemos actuar constantemente con firmeza, tenacidad y fervor en dirección a un preciso sentido de cooperación humana, afirmando en cada uno de nuestras actitudes la meta de una nueva realidad social.



Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
rjenriquez1@yahoo.com.ar
Eltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. VIII


CAPÍTULO VIII:

Relaciones de producción en el Sistema Cooperativista



En todo proceso de producción se establecen determinadas relaciones técnicas entre los distintos agentes de la producción.
El trabajo individual debe ser suplantado, en uso de necesidades sociales, por técnicas de producción acordes a esas necesidades, a saber:
- Cooperación simple, en la que todos los trabajadores realizan la misma tarea ó tareas similares.
- Cooperación compleja, que se establece sobre la base de una división técnica del trabajo.
El proceso de trabajo cooperativo se caracteriza fundamentalmente por la existencia de un trabajo social común, que si es realizado a escala suficientemente amplia requiere una dirección para poner en armonía las diferentes actividades individuales. Esta debe cumplir las funciones generales que nacen de la diferencia entre el movimiento de conjunto del proceso productivo y los movimientos individuales de quienes forman parte de este proceso.
Las relaciones de trabajo deben ser, necesariamente, de colaboración recíproca, en sintonía con la propiedad social de los medios de producción, donde ningún sector de la sociedad vive de la explotación de otro sector. La especialización del trabajador, como agente de producción, tiende a aumentar la productividad de la fuerza de trabajo, al intercambiarse conocimientos y especializaciones. La coordinación de estos factores produce un aumento notable de las fuerzas productivas.
El proceso de producción social debe tender, invariablemente, a un número cada vez mayor de ramas de la producción económica, con la búsqueda constante de un destino cada vez más social del producto (fuerzas productivas/relaciones de la producción). A lo largo de su historia, el curso seguido por la internacionalización de las relaciones económicas en el capitalismo siempre determinó, para las sociedades involucradas, cambios profundos e irreversibles. Este proceso de cambio adquirió mayor potencialidad, en base al vínculo que se establece entre la generalización de la relación laboral y la búsqueda del mayor beneficio. Para ello el capitalismo precisa internacionalizar los ciclos productivos y mundializar los mercados de capital.
Si bien existe temor por el riesgo de una intermediación financiera fuera de control, no constituye el único foco de tormentas. Con la internacionalización de los ciclos fabriles y la aceleración en las innovaciones, se desencadenó también el fenómeno de las capacidades ociosas, el desempleo (especialmente entre los jóvenes y los mayores de 40 años), llevando esta franja de la población a la exclusión social y a la violencia.
El anacronismo del capitalismo se hace más patético con la volatilidad de las condiciones en que se desenvuelve ese mundo. Destruidas las instituciones del “estado de bienestar”, la conducta del capital financiero especulativo, con su fuerte potencialidad desestabilizadora, ha precipitado la crisis del modelo “de mercado”, donde se combinan la concentración de capital, la dislocación en los ciclos productivos, la pauperización social y la turbulencia de la especulación financiera.
Estos rasgos son los que definen un modelo de acumulación y que junto al mayor poder decisorio de las corporaciones multinacionales y el poder de desequilibrio que manifiestan la enorme expansión del capital financiero, provocan nuevas pérdidas de soberanía y cambio en los roles tradicionales de los estados dependientes.
La construcción de una entidad colectiva, en cambio, constituye un proceso de larga duración y de permanente cambio. La participación de toda la sociedad en distintas instancias de los procesos de formulación e instrumentación de políticas socialistas requieren el cambio institucional, estimulando los procesos deliberativos y promoviendo la innovación y la acumulación del aprendizaje. Para ello es necesario una constante comparación a fin de resolver las necesidades de una sociedad activa, diversa y plural.
Para ello, es preciso que exista un cierto consenso en torno al valor de la asociación voluntaria en la construcción de ideales socialistas. Este valor debe estar asociado a la búsqueda de autonomía, a la consolidación de la democracia, al diseño de las instituciones sociales y a la creación de una cultura fundada en el diálogo y el respeto a la diversidad.
Aquí es dónde las organizaciones cooperativas debe desplegar una acción responsable y fundada, contribuyendo a satisfacer aspiraciones sociales, pero siendo fieles a un sentido, fermentando la participación, no en una mera forma declamativa, sino llevando a cabo un proceso de institucionalización de la participación a fin de garantizar la presencia de las mayorías en las decisiones de gestión. Del mismo modo, deberán procurar la institucionalización de la capacidad y de la organización desde las bases, para viabilizar el desarrollo social distributivo y con mejoras en las condiciones de vida. De esta forma, la relación entre participación, capacitación y organización se interrelacionan satisfactoriamente.
Si la actividad cooperativa no logra reflejar la sociedad, pierde toda conexión con la realidad, es tomada con indiferencia por los ciudadanos y es superada por la historia, que como la vida misma es dinámica y en constante mutación.




Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
rjenriquez1@yahoo.com.ar
Eltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. IX


CAPÍTULO IX:

CIENCIA Y PLANIFICACIÓN COOPERATIVISTA





Los pueblos desean ardientemente acabar con el atraso económico y cultural e incorporarse al progreso general. Pero este camino no puede ser emprendido sólo con deseos subjetivos. Es preciso que, además se den favorables condiciones históricas objetivas, para las cuales tienen una importancia decisiva el incremento del papel de las cooperativas.
La lucha por la democracia, por una activa participación del pueblo en la gestión de los asuntos de sus países y la presión sobre los gobiernos es a la vez una lucha por la consolidación de la independencia económica. Tal lucha no se halla por lo tanto en contradicción con las exhortaciones de paz sino que, por el contrario, fortalece la paz pues allana el camino al desarrollo democrático de estos países.
Podemos afirmar que la lucha por la paz responde a verdaderas exigencias de los pueblos, para llevar a cabo con éxito las transformaciones sociales que puedan realizarse en uno u otro país.
El movimiento de liberación nacional forma parte del movimiento revolucionario mundial, pero aplicando medidas resueltas y eficaces.
Con hechos y no palabras el movimiento cooperativista es el sistema que contribuye al progreso y a la libertad. Además de prestar una ayuda inapreciable al progreso social en los países que sostienen una lucha de liberación, crean el espíritu de solidaridad a nivel geopolítico.
Es indudable que los éxitos serían aún más grandiosos si se aprovechasen con más plenitud las ventajas de la economía socialista y si se consiguiese librar al sistema de planificación y dirección de la producción de aquellos defectos sustanciales que adolecen.
Ahora, los que tienen en sus manos la dirección práctica de la economía socialista se convencen cada vez más de la necesidad de que la producción y las ciencias económicas se desarrollen paralelamente en estrecha vinculación e incluso en mutuo condicionamiento.
Los defectos de la gestión económica cooperativista, tanto en las distintas empresas como en el conjunto de la economía nacional, se deben en gran medida a que el divorcio entre la teoría y la práctica aún no han sido totalmente superados.
A la práctica no puede satisfacerle una situación en la que el estudio de las leyes económicas se limitan muchas veces a la formulación de definiciones generales. La elaboración de las bases de la política económica y la dirección de la economía exigen que se analicen profundamente los fenómenos concretos y se determinen las vías de utilización consciente de las leyes en cada rama de la actividad económica. Al mismo tiempo aumenta la desconfianza hacia el empleo de métodos puramente empíricos en la evaluación de la labor práctica. El acontecer se encarga, entonces de mostrar en forma cada vez más rotunda, la insuficiencia de tales métodos para poder esclarecer todo el conjunto de procesos económicos en desarrollo y para controlar el mecanismo de la evolución de la economía.
La unión de la teoría con la práctica exige la superación de otro defecto: el insuficiente desarrollo de los estudios económicos ligados con la producción. Así, allí donde se ha alcanzado un nivel bastante alto de las investigaciones teóricas, aparece con toda claridad la insuficiencia de aquellos eslabones encargados de asegurar el paso de la teoría a la práctica y viceversa. A la vez que se amplían los servicios técnicos en las empresas, las oficinas tecnológicas y de proyectos, las secciones experimentales, es preciso crear la base material y organizativa de las investigaciones referidas a la economía y a la organización de la producción y del trabajo, para aplicar a la producción los resultados de tales investigaciones. La experimentación y la experiencia se encargarán de sugerirnos la forma en que esto puede llevarse a cabo, creando y desarrollando los servicios económicos de las empresas, los laboratorio económicos, los laboratorios laborales, etc., estableciendo en las empresas, además del cargo de Ingeniero jefe, el de economista jefe.
Hoy ya no es objeto de debate la necesidad de asegurar un desarrollo de la teoría económica y descubrir y superar las frecuentes desproporciones que surgen entre el nivel de desarrollo de la producción y las formas de su organización. La ciencia económica sólo podrá desempeñar su papel en el desarrollo de la producción siempre y cuando esté estrechamente relacionada con la práctica. La planificación científica y las investigaciones económicas, así como la aplicación de sus resultados a la práctica son en la actualidad uno de los principales problemas de la labor de dirección económica de las empresas cooperativas.
La teoría económica está llamada a asegurar la dirección racional de todo el proceso de desarrollo de la producción. Para ello se requiere una profunda elaboración científica de los métodos de gestión económica sobre la base de los adelantos de la teoría y con una vasta aplicación de los métodos matemáticos y la moderna técnica electrónica. La dirección de la economía contemporánea exige que se estudien no sólo las bases fundamentales del desarrollo de las fuerzas productivas y las principales proporciones de la producción y distribución, sino también las formas, los métodos y recursos que han de asegurar en cada espacio de la actividad y en cada sector los resultados óptimos.
La lentitud con que se aplican en la práctica los resultados de las investigaciones económicas, cuando se intenta analizar los problemas económicos del sistema cooperativista, hace que tengan significación e importancia los sistemas de determinación de precios y salarios, los métodos de la evaluación de la productividad del trabajo y de cálculo de los costos de la producción y de gastos para elaboraciones básicas, los métodos para determinar la eficacia de las inversiones, el progreso técnico, la especialización de la producción, los principios de la distribución territorial de las fuerzas productivas.
La nueva etapa del desarrollo de la cooperación reclama la elaboración de principios y métodos únicos para la confección de balances.
Similares problemas se plantean también en la economía de las distintas ramas (industria, agricultura, construcción, transportes, etc.). Cada una de ellas se debe regir por leyes especiales, que deben ser tenidas en cuenta al determinar las orientaciones que ha de seguir la división de trabajo.
El facto decisivo para el buen desarrollo de la economía basada en un sistema de cooperación es el crecimiento de la productividad del trabajo social, la elevación incesante de la eficacia en los gastos de trabajo. Para lograr estos objetivos se precisa de la utilización cada vez más racional y económica del trabajo. Muchas veces se le da preferencia a las asignaciones para la maquinaria destinada a elevar la productividad del trabajo, frente a las asignaciones para conseguir un ahorro de energía, materia primas y materiales auxiliares.
El establecimiento de un nivel adecuado de materias primas, materiales y artículos terminados con destino a la producción y al consumo tiene una gran importancia para asegurar un elevado ritmo de desarrollo de la economía.
El volumen de las reservas debe responder a la exigencia de la renovación continua e ininterrumpida del proceso productivo, pero no deben superar dicho nivel, pues tales reservas constituyen una parte del fondo de acumulación. Si el nivel es superior a lo previsto, hará que se eleve inútilmente la parte correspondiente a la acumulación a expensas del consumo y se altere la correlación entre las reservas y las inversiones, a expensas de estas últimas.
En el sistema cooperativista se dedica gran atención a la reducción de las reservas hasta el nivel verdaderamente necesario y a la aceleración del ritmo de circulación de bienes y productos.
El desarrollo armónico de la producción obliga a que no sólo se tenga en cuenta las vinculaciones entre las distintas ramas de la fabricación de medios de producción, sino también que se determinen las proporciones de la producción de artículos de uso y consumo sobre la base de un análisis de la demanda de los mismos.
Si no se conoce la estructura de la demanda de consumo y la tendencia de su variabilidad no se puede determinar con acierto las tareas de las ramas de la Industria que suministran artículos industriales de consumo y productos alimenticios.
Es necesario una permanente revisión de los sistemas de planificación en rigor y de los consiguientes estímulos del interés material, que en su forma actual constituyen a veces un obstáculo para el cumplimiento de los planes de producción en cuanto al surtido y calidad.
Otro elemento que debe ser examinado es el de la formación de los precios. Es un error opinar que entre los precios de los medios de producción y los precios de los artículos de uso y consumo no existe una interdependencia objetiva y que los precios de los medios de producción pueden ser establecidos libremente. Tal punto de vista lleva al establecimiento casual de los precios de los medios de producción, frenando el desarrollo de las investigaciones económicas.
El establecimiento de un sistema racional de precios de los medios de producción exige que se elaboren adecuados métodos de los cálculos de los gastos y que se determine con rigor científico el nivel de las acumulaciones y las ganancias.
El perfeccionamiento de la estructura y organización de la producción sobre la base de los principios científicos que surgen de las leyes de desarrollo de las fuerzas productivos brinda posibilidades para proceder a la mecanización y automatización de los procesos productivos a la vez que moviliza grandes reservas de crecimiento de la producción en cantidad y eficacia.
Cada rama de la producción debe ser considerada en forma integral, desde el punto de vista de la especialización y organización compleja de la producción, así como también de una distribución científica de las fuerzas productivas.




Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
rjenriquez1@yahoo.com.arEltabanoguarimbero.

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. X

CAPITULO X : El Modelo Cooperativista


En nuestros días las economías especulativas, financieras y monetarias han intentado ser más rentables, ahogando y destruyendo a muchas economías productivas y a los sectores sociales con ellos vinculados.
El establecimiento de prioridades en la economía de un país es algo que debe hacerse con criterio de racionalidad. El Estado entonces, debe cumplir una triple función:
De producción (selectiva y cualitativa)
De redistribución (proporcional y progresiva)
De regulación y organización (flexible y revisable)
El nacimiento de un pequeño conglomerado de empresas transnacionales, cuya escala planetaria y gravitación social los transforma en actores políticos de primerísimo orden, casi imposibles de controlar y causantes de un desequilibrio difícilmente reparable en el ámbito de las instituciones de las sociedades capitalista, hacen que mientras algunos ideólogos celebran el “triunfo final” del capitalismo, asegurando que hemos llegado al final de la historia, otra es la triste realidad: las amenazas que se ciernen sobre esta forma de acumulación del capital adquieren una gravedad sin precedentes en su historia. Hoy las amenazas está, en el interior mismo del sistema capitalista y, lo que es peor tienen un rostro “democrático”.
Los capitalismos desarrollados se manifiestan en cuatro dimensiones:
Avasalladora mercantilización de los derechos conquistados por las clases populares a lo largo de más de un siglo de lucha, convertidos ahora en bienes o servicios adquiribles en el mercado. La salud, la educación y la seguridad social dejan de ser derechos inalienables y se convirtieron en simples mercancías.
La falta de equilibrio entre el Estado y el Mercado. Hoy en el Sistema Capitalista se asocia lo estatal a lo malo e ineficiente y “mercados” con los bueno y eficiente.
La creación de un “sentido común” mediante la prédica constante que produce un lavado de cerebro que permite la aplicación de las políticas promovidas por los capitalistas. Este conformismo es la base del “pensamiento único”, con ausencia de todo debate económico significativo.
Lograr el convencimiento de que no existe otra alternativa. Así, se llega inclusive a cambiar el sentido de las palabras. El vocablo” reforma”, por ejemplo, que en el sistema Socialista tiene una connotación positiva y progresista, y que lleva a las transformaciones sociales y económicas orientadas hacia una sociedad más igualitaria, democrática y humana, fue apropiado y reconvertido por los ideólogos del capitalismo a un significado que alude a transformaciones sociales de claro signo involutivo y antidemocrático. Las “reformas económicas” impuestas en América Latina son en realidad “contra-reformas”, orientadas a aumentar la desigualdad económica y social y vaciar de todo contenido a las instituciones democráticas despojando a los hombres y mujeres de su dignidad ciudadana, convirtiéndolos en simples instrumentos al servicio de los negocios de las empresas.

La globalización, en términos políticos, implica una concentración cada vez mayor de poder. En términos económicos es una injusta distribución y también un poder de concentración. En términos humanos es la pérdida de lo que nos pertenece por la incidencia que tiene el contexto exterior sobre nuestra vida cotidiana.
La globalización nos deja “a la intemperie”. Se pierden los niveles de pequeñas proporciones, comenzando a sentirnos ciudadanos del mundo, pero habitantes de ningún lugar. Reducir el destino y el propósito por el cual vivimos a la mera obtención de una tasa de ganancia es, para toda ética y teoría política un esquema que sella el destino de los pueblos.
El cambio necesario se debe asentar sobre las lecciones aprendidas, a saber:
No tener ningún temor a estar a contracorriente del consenso político de nuestra época.
La reafirmación de los principios socialistas no nos exime de la obligación de elaborar una agenda concreta y realista de políticas e iniciativas posibles de ser asumidas y llevadas a cabo.
No aceptar ninguna institución establecida como inmutable. La “locura de pretender acabar con el desempleo, redistribuir ingresos, recuperar el control social de los procesos productivos, profundizar la democracia y afianzar la justicia social no es más “irreal” y “utópica” que la propuesta capitalista.


El peso de esta realidad le impone al Estado la responsabilidad de liderar, gobernar y conducir, tratando de dotar al pueblo de una estrategia de desarrollo y de promover, facilitar y coordinar acciones para implementarla. Este modelo debe basarse en la planificación de estrategias, con una fuerte articulación entre el Estado y las entidades cooperativas, monitoreando y evaluando constantemente las acciones a desarrollar a través de programas participativos, con transparencia y auditoria permanente del ciudadano a la gestión.
El desafío del movimiento cooperativo pasa por la construcción de un verdadero modelo alternativo, con capacidad para provocar cambios cualitativos y cuantitativos en la producción incorporando valor interno y actitud competitiva. Esto significa concebir a la Planificación como un esfuerzo ordenado para producir acciones de desarrollo, que configuren los objetivos de interés común. Debe además constituirse en Coordinador de las acciones orientadas hacia el crecimiento, impulsar el desarrollo y facilidades de las iniciativas para el progreso.
Para llegar a estos fines, es necesaria la instrumentación de un conjunto de mecanismos de coordinación y cooperación entre todas las ramas de la producción.






Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
rjenriquez1@yahoo.com.ar
Eltabanoguarimbero.

domingo, 22 de febrero de 2009

DEFINICIONES

Oratoria:El arte de hacer que ciertos ruidos profundos del pecho suenen como importantes mensajes del cerebro.
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Puntualidad:El arte de calcular correctamente con cuánto retraso va a llegar la otra persona.
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Indice del costo de vida:Una lista de números, los cuales prueban que los precios altos no son costosos.
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Presupuesto:Un método de preocuparse antes de gastar, y después de haber gastado.
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Beso:Una contracción de la boca debida a un ensanchamiento en el corazón.
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Salud:Es la cosa que lo hace sentir a uno que ésta es la mejor época del año.
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Etiqueta: Es el arte de bostezar con la boca cerrada.
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PARA PENSAR Y REIR TAMBIÉN

“El fracaso de un hombre nunca es definitivo, aunque haya sufrido muchos, mientras no empieza a culpar de él a los demás”
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“-Quiero una explicación. Dígame la verdad.-Hombre, ambas cosas no pueden ser.”
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“La mujer tolera al hombre a cambio de matrimonio, y el hombre tolera el matrimonio a cambio de la mujer”.
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“La prueba de la felicidad en el matrimonio para una mujer lista consiste en que pueda decir: “Te amo”, con más frecuencia que preguntar, “¿Me amas?”
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“No se mide el amor por el número de caricias, sino por la frecuencia con que uno y otro se comprenden”
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“Muchas de las personas que llaman al médico lo que en realidad desean es un interlocutor”
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“Definición moderna de la mujer: es alguien que lo primero que hace, cuando va a contestar el teléfono, es echar mano a una silla”.
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“Bebiendo no se ahogan las penas: sólo se riegan”.
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“El único argumento decisivo a favor del matrimonio es que sigue siendo el mejor modo de conocerse a fondo”
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“Tanto la alegría como la tristeza son peligrosas. La tristeza constante proviene de exageraciones de la imaginación, alejando al triste de la realidad. La alegría constante hace al egoísmo, a la indiferencia de lo que nos rodea, é insensibles a todo lo que no tenga relación con la alegría”.
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“La madre le da a su niña un sermón sobre la suerte que les espera a las niñitas que son díscolas y desobedientes. Al finalizar su retórica, le dice a su hija, con el mejor de los tonos: habrás entendido lo que te dije, ¿verdad?. La niña le responde afirmativamente. La madre, entonces le pregunta: ¿a dónde van las niñas malas?...La niña, sonriendo, le responde “a todas partes, mamita”
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“La edad no nos hace mejores ni peores, sino más como nosotros mismos”
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“Un marinero, luego de casi un año de navegar, regresa a puerto. Una vendedora de gaseosas, ya entrada en años le pregunta: -apuesto a que en tu cabeza sólo pasan mujeres bonitas corriendo…El marinero le responde: si…. No se atreven a pasar caminando.”
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“Un adinerado hombre de negocios recibe la visita de un religioso, que se quejaba de que la iglesia a la cual pertenecía se hallaba en serias dificultades, y que había sido en vano la realización de festivales, comidas, bailes, pues no lograban recaudar suficientes fondos.El magnate, luego de escucharlo atentamente le sugiere:-¿Por qué no prueban con la religión?-“
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“Un obrero solicitaba empleo, pero el dueño de la fábrica le explica que ya tenía completa su lista de trabajadores.-Por eso no se preocupe, le dijo el solicitante- lo que yo trabaje será tan poquito que nadie lo notará”
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“Entre todas las pruebas de mala memoria que tienen los hombres, la peor y universal, es haber olvidado que vivimos en una estrella”
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“Lo difícil es lo que puede hacerse inmediatamente; lo imposible es lo que toma un poco más de tiempo”
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“Son muchos los que saben lo que odian, y muy pocos los que saben lo que aman”
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“Los hombres fracasan, no porque son estúpidos, sino porque no son lo suficiente apasionados”
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“Las palabras información y comunicación suelen usarse como sinónimas. Sin embargo, significan dos cosas muy diferentes: la primera implica exponer; la segunda, compartir”
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“El niño que tenga un padre y una madre que se desvelan por él y una casa bien surtida de libros, no es pobre”
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“Quien saca provecho de la experiencia ajena es, casi siempre, biógrafo”
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“Después que el barco se hundió, todo el mundo sabe como se hubiera podido salvar”
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“Si deseas gozar de una buena reputación, esfuérzate por ser lo que aparentas ser”
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“Las verdaderas tragedias no resultan del enfrentamiento entre un derecho y una injusticia. Surgen del choque entre dos derechos”
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INGENIO POPULAR

Detector de tempestades:Así como los aviones disponen de un dispositivo para tal fin, cualquiera puede hacerlo. Solo se precisa una varilla aguzada de tungsteno, conectada a una lámpara de neón. Cuando ocurre una descarga, la varilla transmite la electricidad a la lámpara, y esta se enciende.Por supuesto, la instalación de la varilla debe estar en un lugar elevado…

LA DEMOCRACIA EMPIEZA POR CASA

“Como la fe, la democracia debe estimular nuestra conducta, y servirnos de norma en el trato con los demás”.No es necesario vanagloriarse de nuestro culto sincero a la democracia, antes de ello será preciso comprender como nació y la obligación que tenemos de practicarla y salvaguardarla como realidad tangible. La verdadera base de la democracia descansa en el reconocimiento de que cada persona es un engranaje en la maquinaria social y que la democracia existe en proporción igual al empeño que ponga cada individuo en que se “sienta” en democracia.Sin duda, en toda sociedad hay faltas y defectos, pues en todas partes “se cuecen habas”.Entre los mismos trabajadores se observan a veces humos de superioridad jerárquica que huelen a soberbia de casta. En las fábricas no es raro ver a un encargado clamando por los derechos del trabajador y al mismo tiempo hacerse el importante ante los demás obreros y tratarlos con mano férrea.Convengamos que la democracia es, a veces, una careta, algo fingido que se practica de mala gana, como para “cubrir el expediente”.La democracia funcionará mejor cuando cada uno de nosotros se tome la molestia de conocer a sus semejantes como seres humanos.El problema de poner la democracia en práctica cada día de nuestras vidas no es tarea sencilla. No habrá verdadera democracia hasta que los hombres se unan por lazos de sincera fraternidad en donde a nadie se lo descuide ni se le desprecie; cuando nadie sea inferior a otro y que nadie sea excluido. El triunfo real de la democracia llegará cuando cada uno reconozca la dignidad del otro y obre movido por el sentimiento de la igualdad.

LA FUERZA MORAL Y LA RIVALIDAD ENTRE NACIONES

EE.UU. ha ganado en poder y en posesiones materiales, pero ha perdido muchas cualidades. La libertad, tanta veces declamada no puede existir si los individuos que la poseen no tienen cualidades de autodominio y autosacrificio, sin las cuales la libertad no es tolerable.Tolerancia implica algo más que indulgencia.La tolerancia nos mueve a amparar celosamente los derechos del antagonista. Mucho de lo que pasa como tolerancia es simplemente una manera vanidosa de carecer de ideas propias. Sin embargo, será de intolerantes pretender obligar a otro a conformarse con nuestras opiniones.Considerada así, la tolerancia aparece como baluarte de la libertad social e individual, como elemento primero de todo progreso al que puede aspirar un pueblo en el camino de la cultura. Cuando dejamos de practicar la tolerancia en nuestra propia vida ponemos en peligro la estructura de la tolerancia general.¿ A qué se debe la influencia que las ideas izquierdistas ejercen sobre los hombres de todas partes ?. Fundamentalmente, porque pone énfasis en poner fin a la explotación económica del hombre por el hombre, trabajando por el mantenimiento de la dignidad del individuo, sin importar color o raza.Estos lemas no son otra cosa que la expresión de creencias que todas las naciones cristianas han profesado y que la Iglesia de Cristo profesa.En las Naciones Unidas todas las naciones allí representadas hacen todo lo posible para que su posición parezca moral y razonablemente concreta. Hay en ello mucha hipocresía. Con frecuencia se confunden deliberadamente las cuestiones. Pero cuando surge una que es claramente de orden moral, ejerce poderosa influencia sobre todos los presentes y sobre los gobiernos a quienes representan.No lo hacen porque se encuentren convencidos de que es necesario tolerar y ser ético. Ellos son hombres que se consideran prácticos y duros de espíritu, pero tratan de hacer ver que muestran respeto por el individuo, porque la ley moral está implantada en el corazón de todos los hombres del mundo. No quieren combatir abiertamente al hombre que defiende algo que pueda provocar juicios éticos que lleven a la acción. La triste realidad es que todos reconocen que, en la vida política se debe tomar partido por los problemas éticos, so pena de ser derrotados en las votaciones de su país, y así perder el puesto de privilegio que ostentan, desdeñando aceptar que dicho puesto no es de privilegio, sino de servicio.Cuando se estudia la historia de las relaciones Exteriores de EE.UU., salta a la vista una paradoja extraordinaria. EE.UU. se ha convertido en la potencia del mundo. El testimonio de la historia es claro: han ganado guerras pero su diplomacia ha sido siempre un fracaso ya que no ha podido establecer firmemente la paz después de la victoria.Cuando se analizan los esfuerzos, planes y resoluciones y los errores con que se condujeron se nota el contraste entre la capacidad de EE.UU. para desarrollar su poder nacional y su incapacidad para emplearlo de manera adecuada y provechosa. Los fracasos de ese país son hijos de su mala política y de la incapacidad de decidir con acierto cuándo, cómo, hasta qué punto y con qué objeto debe ejercer EE.UU. el poder y la influencia enormes que pueden ejercer.La política exterior norteamericana ha fracasado porque el espíritu norteamericano, desentendiéndose de las realidades del mundo exterior se ha guiado por un cúmulo de preocupaciones y creencias sin más fundamento que el deseo, que tergiversa la naturaleza de las cosas, ofusca la razón y pervierte el juicio, impidiendo así la adopción y formulación de una política práctica basada en los hechos y adaptable a las circunstancias existentes. La persistencia en no reconocer el conflicto entre nación y nación como estado normal y natural de la humanidad ha conducido a los fracasos repetidos de la política norteamericana.En la diplomacia, cuando se trata de cuestiones de vida o muerte, se debe adoptar una política de búsqueda no de objetivos que se desean sino los mejores que puedan alcanzarse.Cuando se examinan los proyectos de política exterior de EE.UU., se nota la tendencia intransigente ha adoptar medidas extremas: o el aislamiento absoluto o el internacionalismo universal, o la no intervención o una cruzada, o la proscripción completa de la guerra o una guerra preventiva.Muchos pensadores norteamericanos miran el uso del poder coactivo para establecer y mantener el equilibrio internacional como “política de la fuerza”, y afirman que reconocer esferas de influencia es un acto de apaciguamiento.En la concepción imaginaria del mundo que prevalece en los EE.UU., la diplomacia queda de hecho excluida. Se declara fuera de la ley, y se excomulgan a quienes la discuten. Se insiste en tratar la rivalidad de las naciones como algo que no puede existir entre hombres sensatos. No se hace esfuerzos por regular esa rivalidad, porque se sostiene que no debe haberla. Y así EE.UU. se aferra a la idea de que no puede haber sino tres soluciones: O desentenderse proclamándose neutral, o desentenderse en el convencimiento de establecer una sociedad universal, o emprender cruzadas de aniquilación contra aquéllos que no cumplan sus designios. La mejor política es reconocer que la rivalidad continuará existiendo, y, tras reconocer esa rivalidad como estado permanente, tratar de regularla y mantenerla dentro de límites razonables estableciendo esferas de influencia con un equilibrio internacional.El error constante de EE.UU. es buscar la unanimidad, la armonía ideológica, la abolición de toda diferencia y de todo desacuerdo, pero siempre bajo su patriarcado. Lo que se debe establecer es una tregua en la guerra actual de palabras y maniobras políticas.Quiérase o no EE.UU. necesitará componendas políticas y económicas a pesar de que quienes miran toda componenda lo tomarán como apaciguamiento.Si EE.UU. no emplea el procedimiento tradicional de la diplomacia (combinación del poder y la componenda), lo único que puede esperar es una época de disgregación del mundo civilizado con una guerra feroz, universal e infructuosa, que dejará las cosas igual a como están ahora.

AL SISTEMA CON HILARIDAD - CAP. I -

Un obrero de una fábrica se negaba a aceptar con su firma el seguro obligatorio. La póliza no podía entrar en vigor hasta que firmaran todos los trabajadores. El capataz le rogó, el líder de su sindicato le suplicó, el supervisor de fábrica y hasta el gerente general se lo pidieron, pero él seguía negándose porfiadamente. Por fin, el dueño de la fábrica lo llevó aparte y le dijo: "oiga, idiota...si no firma, lo despido".El obrero procedió entonces a poner su firma en la póliza de seguro colectivo.Pero...dígame -le preguntó el dueño- ¿por qué no lo había querido firmar antes?-Porque nadie me lo había pedido con tanta claridad como usted!! Respondió el obrero.-
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La pobreza es hoy motivo de un exámen de conciencia colectivo.Ciertamente, ello lo refleja una nota publicada en un diario de circulación nacional, por su editor.La nota decía: Estimados señores: Lo que sucede me trae a la memoria el caso de un empleado público temporario a quién incorporaron a la planta permanente. Contento, se lo informó a su esposa quien ( mujer al fin) le preguntó qué aumento recibiría por pasar a planta permanente. Al saber que su marido percibiría el mismo salario exclamó:"¡esto es inaudito, ya que con el actual sueldo estamos viviendo en la penuria!.Ya lo sé -respondió el feliz empleado- pero, a Dios gracias...¡ahora es permanente!!!.
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Un periodista -hoy famoso-trabajaba como reportero aprendiz en un diario de circulación nacional. Un día, logró una primicia que le valió hacerse famoso en todo el país. El director del diario lo llamó, le expresó su orgullo por tenerlo en su plantel y le preguntó: ¿cuánto te estamos pagando?.El joven periodista, que esperaba esa oportunidad , contestó:2 U$S a la semana.El director sonrió, con satisfacción, diciéndole:- ¡me alegro!.
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Un huelguista se paseaba de un lado para otro en una calle céntrica, con un enorme cartel en blanco.Un amigo le preguntó:-¿ Que te propones hacer ?- Busco un patrocinador- respondió el huelguista.
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A un joven empleado lo ascendieron a subjefe. A la semana, uno de los que fuera su compañero de trabajo le preguntó como le iba.El joven subjefe respondió: ocupo ahora un lugar lo bastante elevado en la oficina como para que los rumores no me lleguen directamente, pero no lo bastante alto para comprobar si son ciertos.
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" Quizá nunca logremos curar la pobreza, pero con el alza de los precios y los impuestos, es seguro que curaremos la riqueza ".
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Conocí, hace tiempo, a un muchacho con ideas muy izquierdistas.Actualmente, su pensamiento económico y político ha variado: se ha vuelto conservador.Le he preguntado el porqué de ese cambio ideológico.Me respondió que su cambio obedecía a que se había enterado que la izquierda contaba con él para pagar la pensión a la vejez de los otros.
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Después de decir un discurso que él consideraba emocionante é informativo, el candidato preguntó al auditorio: ¿ tienen alguna pregunta que hacerme?Si - contestó una voz desde el fondo del salón-: ¿quienes son los otros candidatos?
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Un joven, muy nervioso, se acerca a un agente de policía y le dice:-acabo de matar a mi novia, de degollar a mi jefe y violarme 4 vendedoras de una tienda-El agente responde:" me alegra que se entregue ".No, -respondió el joven- quiero que me indique donde hay un editor. Creo que tengo material para un libro de gran venta.
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En un bar, varios amigos hablan respecto de un candidato para ocupar un cargo en el gobierno. Al más viejo le preguntan qué opinión le merece ese cnadidato.El viejo responde:-no quiero decir nada malo del tipo, pero si no tuviera yo más garantía que su palabra de que mañana va a salir el sol, me daría prisa para arreglar todos mis asuntos hoy mismo-.
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VILLEROS: LA INMORALIDAD DEL ESCRÚPULO

Uno de los prejuicios arraigados en quien, desde una mesa del bar ó desde el sillón de un living, observa por la tele el drama de los pobres del mundo, es pensar que quienes viven en los "barrios carenciados" son aquellos que desean vivir así.De repente, una serie de entrevistas nos llaman a la realidad: un hombre explica que lo han rechazado de una fábrica vecina por residir en la villa, un adolescente pasó un trance amargo cuando sus compañeros de secundaria descubrieron su domicilio.Los ejemplos serían interminables.Hemos construído la imagen del "villero" igualando carencia material a deficiencia moral y cultural, poniendo los efectos como causas: no razonamos pensando que la carencia de recursos materiales conduce a la apatía, la inercia y el abandono y, por qué no, a la delincuencia.¿ Cómo aceptar que quienes viven en la miseria no están felices con ella, pues tienen nuestros mismos deseos, esperanzas y verguenzas, pero deben hacerlas a un lado porque la pobreza diezma, cansa y también corrompe?.Se dice que hay dos tipos de pobreza: la digna y la indigna. Esta diferenciación oculta que no existe pobreza digna en un país donde "hay vacas gordas". Lo realmente inmoral es que cada vez más familias no tengan más remedio que vivir en una villa, porque no tienen techo, dinero y trabajo.Si revertimos estos supuestos, dejaremos de mentirnos.Si realmente queremos cooperar para mejorar las cosas, dejemos de ser cómplices en un sistema injusto, opresivo y desigual.

LA IMPORTANCIA DE SER CUBA

Desde el triunfo de la Revolución mucho se ha hablado y escrito acerca del Sistema Cubano. Unos dicen que el Régimen es dictatorial, otros que es opresivo, sin medir cuál es en realidad el Sistema Cubano.
La Revolución constante y la evolución hacia el bienestar son los objetivos básicos del sitema cubano.
El 15 de diciembre de 2008, en el sitio de Opinión del Diario Rio Negro, Andrés Oppenheimer, publica una nota que lleva como título: "50 años después, Cuba no tiene mucho que mostrar". El 2 de enero de 2009 en el mismo diario, Silvia Ayusso, publica otra nota denominada "De la fidelidad al desencanto".
Me permito, en este espacio cibernético, discrepar con las opiniones vertidas por esos y otros desinformados. Para conocer Cuba se debe transitar no sólo por La Habana y Santiago, sino por los pueblos y ciudades del interior. Allí donde existen más de 10 viviendas, hay una escuela y una sala de primeros auxilios. No se observan desnutridos, ni personas durmiendo en la calle.
Claro está que el cubano, como cualquier otra persona del mundo, desea más. El nudo de la cuestión es: más de qué??
¿Más libertad? ¿Cuál libertad? Si es libertad civil, es el derecho de hacer todo cuanto no prohibe la ley. Si es libertad política, es el goce de los derechos del ciudadano. Vemos entonces que en muchos países con el "otro" sistema se observa las libertades en superficie. Ahora bien, si tal como expresan las notas de referencia, la juventud cubana desea cambios, es razonable pensar que la presión popular hará que esos cambios se produzcan, tal como según dicen, sucedió con el Muro de Berlín, el cual, también según dicen, fue destruído por el clamor popular. Dejemos pues que los cubanos fijen sus objetivos de porvenir, pero no dejemos de señalar que junto con esos cambios, también obtendrán las mieses del otro sistema, a saber: desnutrición, analfabetismo, personas durmiendo en la calle, robos, violencia, corrupción, secuestros, drogadicción.
Sres.: Cuba sí tiene mucho que mostrar. Sólo depende de lo que Uds. quieran ver.
Ofrezco, para consideración y análisis estadísticas de países del Caribe, del Anuario de la Revista" Selecciones del Reader's Digest", impreso en los EE.UU.

LA HISTORIA SE REPITE


Febrero del 1944, nota de Stuart Chase en el Post-Dispach de San Luis.Un distinguido economista inglés me decía hace poco en Nueva York:-No me importa la política que los norteamericanos sigan después de la guerra. Mientras hagan ustedes una cosa, será indiferente que su comercio internacional sea fuerte o débil, que mantengan elevadas tarifas aduaneras o que las supriman.-¿Y qué cosa es ésa?-pregunté yo.-Continuar PRÓSPEROS. Si caen ustedes en una depresión honda, no sólo se hundirán, sino que arrastrarán en su compañía al mundo entero.
N. de R: “El hombre es dueño de sus silencios, y esclavo de sus palabras…”.

Publicado por Reinaldo José Enríquez Bavio en 9:35