Lo peor de ciertos actos no son las violaciones a la ley natural y a la norma escrita, que se traducen en numerosos males para todos. Lo peor lo constituye el acostumbramiento, la aceptación progresiva y por fin la indiferencia e insensibilidad ante las transgresiones. Si bien de inicio esa lucha es desigual, lentamente cada uno de los habitantes de este hermoso suelo vamos reconociendo nuestros derechos, que algunos pretendieron conculcar.
Hoy nos damos cuenta que, necesariamente, debían haberse creado los entes reguladores mucho antes de las privatizaciones y concesiones. En cambio esos entes fueron creados en forma concomitante a las privatizaciones y concesiones. Y lo que es más grave aún, integrado por funcionarios que, desde sus puestos jerárquicos en las empresas públicas estatales, habían contribuido en buena medida a la debacle de estas empresas.
Durante el gobierno presidido por Carlos Saúl Menem se hizo esto y mucho más. Hoy los hechos han cambiado, hemos llegado a mantener la esperanza, no resignarnos y bregar por lo bueno posible. Además de aprende a leer y mirar, todos hemos aprendido a pensar.
Nota: Párrafos extraídos de la Nota publicada en el Diario El Día, de La Plata, el 28 de junio de 1999.-
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