Para la jerga política, la “chapa” es poseer un cargo de legislador o alto funcionario a nivel nacional, provincial o municipal. Esto se simboliza en la placa oficial del automóvil. Así se considera que, sin “chapa”, es muy difícil hacer política “realmente existente” aunque se trate de un militante con muchos años de experiencia y reconocida capacidad. ¿Qué pasará ahora con las “chapas”?En primer lugar, será necesario usarlas mejor. Los legisladores deben legislar y los que fueron elegidos para gestionar deben hacerlo. Por lo tanto los jefes políticos deben dedicarse de tiempo completo al armado de su partido y que los funcionarios públicos se dediquen a sus actividades específicas. En la práctica la cosa es distinta: los principales jefes políticos son gobernadores, ministros, intendentes y legisladores. Si bien la cuestión es compleja y hay muchos temas por resolver, lo importante es aceptar la contradicción y buscar formas de superarlas.
Publicado por Reinaldo José Enríquez Bavio en 9:31
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