La epidemia de parasitismo está asolando al mundo entero. Casi todos aspiran a que se les dé algo a expensas de otro, y ese otro es el gobierno. El Estado no es otra cosa que un gran conjunto de individuos y está sujeto a las mismas limitaciones que sus componentes. Al Estado se le exige que suministre más servicios y mayores beneficios pero para ello ha debido aumentar los impuestos. Nadie puede obtener algo por nada. Todo el mundo carga con parte de la deuda pública porque todo el mundo paga impuestos, directa o indirectamente.Se dice que en ningún país existen ricos suficientes para poner al gobierno en capacidad de atender a los gastos públicos a expensas de ellos.Lógicamente, se parte de la base de un reparto de la riqueza, que en el sistema capitalista dista de ser equitativo. La prueba la ofrecen las estadísticas al respecto.Existe una solución, que a todas luces devela su relevancia y se refiere a la organización social comunitaria, con una real participación ciudadana y control en la producción a través de un estado que, basado en el fin del bienestar social universal, brinde desde los organismos competentes en la materia, el necesario lugar para dicha participación, que implica también participación en los beneficios.
Publicado por Reinaldo José Enríquez Bavio en 9:22
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