miércoles, 8 de abril de 2009

Cooperativismo: Esperanza de Liberación. Cap. III





CAPITULO III: Estructura de la dependencia

Cuando se analiza el proceso de constitución de la economía mundial, que integra las economías nacionales en un mercado mundial de mercancías, capitales y fuerzas de trabajo se observa que las relaciones producidas por ese mercado son desiguales y combinadas. Desiguales porque el desarrollo de alguna parte del sistema se produce a expensas de otras partes.
Las relaciones comerciales se basan sobre el control monopólico del mercado, que lleva a la transferencia de los excedentes de los países dependientes hacia los países dominantes.
Las relaciones financieras se basan sobre empréstitos y exportaciones de capital realizados por los poderes dominantes, lo cual les permite recibir intereses por el préstamo y beneficios, ya que, generalmente, los empréstitos tienen un fin determinado .Si lo es para obras públicas, se exige que sea una empresa del país “prestador” quien realice la obra. De esta manera se incrementa el excedente nacional del país dominante y se refuerza su control sobre las economías de los otros países. Para los países dependientes estas “relaciones carnales” significan una exportación de beneficios é intereses que llevan consigo parte del excedente generado dentro del ámbito de sus fronteras y les hace perder el control de sus recursos productivos.
Actualmente la dependencia se encuentra condicionada por las exigencias de los mercados internacionales de bienes y capitales. La posibilidad de generar nuevas “inversiones” depende de la existencia de recursos financieros que permita la compra de maquinarias y materias primas elaboradas, no producidas en el mercado local. Esas compras se encuentran limitadas por:
- El límite de recursos generados por el sector de exportación, ya que los países dependientes comercian productos tradicionales, lo cual lo acota economicamente
- Las limitaciones impuestas por el monopolio de las patentes que hace que las firmas monopólicas prefieran transportar sus maquinarias en forma de capital en lugar de transportarlas como bienes de venta, para no dar lugar a un desarrollo industrial local independiente. Así, la “radicación” de las corporaciones multinacionales se realiza con la financiación de su emplazamiento en el país dependiente, poniendo a su disposición créditos de bancos extranjeros y nacionales.
Por otra parte, la “radicación” de empresa multinacional, invariablemente, suscita una exacción de capital, para lo cual se recurre al ardid de solictar, con “auxilio” de la casa matriz, un crédito que, generalmente se gira al exterior, además de las regalías por el uso de la tecnología de la casa matriz.
La “importación” de esa tecnología, que abarca maquinarias, equipos y conocimientos que fueron elaborados para servir a una realidad geopolítica distinta dista de ser “de punta”, pues las tecnologías que importan los países dependientes ya son obsoletas en las metrópolis.
El resultado inmediato es que este tipo de industrialización agrava los problemas de balanza de pagos y de ocupación de los países dependientes, en vez de solucionarlos. A largo plazo, la dependencia tecnológica es uno de los mecanismos por los cuales el imperialismo se asegura de crear dificultades a los países que desea librarse de su dominio.
Esta enajenación se realiza con un elemento fundamental: con el consenso y complicidad de sus clases dominantes, quienes convencen a los pueblos que el resultado global buscado es sacar a los países menos desarrollados de “ su noche”.

La estructura de dependencia precisa, además de otro factor determinante: la dependencia política.
Dejando de lado en este momento los actuales acontecimientos de invasión a países, en América, USA argumentó la doctrina Monroe :” América para los americanos”, en razón de su disputa, desde fines del siglo XIX y principios del siglo XX con su pariente, Gran Bretaña.
Su aplicación práctica la encontramos en las manifestaciones vertidas por el Mayor Butler, militar norteamericano, quien expresó:” he servido durante 30 años y 4 meses a la marina de USA. Y durante este tiempo he actuado como el hombre fuerte al servicio de los grandes negociantes de Wall Street y de los bancos.De tal modo que he ayudado a hacer de Méjico y en especial de Tampico sitios seguros para los intereses petroleros en 1914. He ayudado a transformar a Haití y Cuba de lugares decentes para el Nacional City Bank, a fin de que pueda recolectar su renta. He ayudado a purificar Nicaragua a favor de la banca internacional Brown Brothers en el período 1902/12. Clarifiqué el ambiente en República Dominicana en 1916 para los intereses azucareros. En 1903 he colaborado para hacer de Honduras un lugar conveniente para las compañias norteamericanas.
( se debe citar la cronología de las intervenciones norteamericanas en América Latina 1898/1919).


Reinaldo José Enríquez Bavio
Reinaldojosenriquezbavio.blogspot.com
rjenriquez1@yahoo.com.ar
Eltabanoguarimbero.

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